miércoles, 29 de junio de 2011

ACEITES DOMÉSTICOS USADOS: FABRICACIÓN DE JABÓN

Todos conocemos los efectos adversos que tiene el aceite doméstico: contamina las aguas, el suelo, provoca atascos en las tuberias de los desagües cuando nos desprendemos del residuo liberandolo por el fregadero, afecta negativamente dificultando la eficacia de las estaciones depuradoras de aguas residuales, forma una película de agua que no deja transferir el oxígeno de la atmósfera al agua, etc. Actuamente en nuestro municipio tenemos contenedores para depositar este molesto residuo (en el parque de los patitos encontramos uno de los contenedores). Muchas empresas se dedican a su reciclado, lo que es un residuo para unos puede convertirse en la materia prima ideal para elaborar jabones o biodiesel entre otros. Imaginad el día que despues de freir un huevo podamos usar el aceite usado para llenar el depósito de nuestro vehículo, con ello matariamos dos pajaros de un tiro, por un lado evitariamos gestionar un residuo molesto como es el aceite usado  y por otro aprovechariamos un combustible renovable.

La fabricación de biodiesel es bastante compleja para hacer en clase, pero si que podemos fabricar nuestro propio jabón marca "quercus".

¿Cómo se recicla el aceite para fabricar jabón casero?

El aceite usado puede ser de cualquier clase: soja, oliva, girasol, semillas,… lo único que se necesita es pasarlo por un colador para quitarle las impurezas de las frituras. El resto de material es agua y sosa cáustica (que puedes comprar en la droguería). Aquí tienes la receta:
  • 0,5 litros de aceites usados
  • 0,5 litros de agua
  • 200 gramos de sosa cáustica (depende del % de pureza)
  1. En un ambiente ventilado y con la ayuda de un palo, se diluye en el agua la sosa cáustica. Se producirá una reacción química exotérmica (calor) que requiere algunas horas hasta que se enfrie. La sosa cáustica es un material que daña la piel si se pone en contacto directo con ella. Por ello debemos  ser especialmente precavidos.
  2. Se vierte lentamente el aceite sobre la mezcla líquida llamada también lejía cáustica, removiendo con un palo lentamente y siempre en el mismo sentido, porque de lo contrario se puede “cortar” el jabón.
  3. Se calienta la mezcla (nosotros pusimos la mezcla al baño maría) y se mantiene durante dos horas para producir la saponificación de las grasas. Si quiere hacer jabón con esencias añada esencias aromáticas. Para darle color usamos un colorante: azulete.
  4. Cuando la mezcla se espesa, se echa en los moldes y se deja endurecer durante varios días.



Usamos el vaso de una batidora para hacer las mediciones, a falta de probeta...
Añadimos la sosa poco a poco en el agua.

En un primer momento no calentamos la mezcla pues pensamos que el calor que liberaria la reacción química del hidróxido sódico y el agua haría calentar la mezcla a la temperatura de saponificación.
Ahora sólo nos queda mover la mezcla vigorosamente...

Mover y mover...

Más y más....


Paciencia Antonio...

Como no se alcanzaba la temperatura de saponificación, reutilizamos un lata de pintura vieja para poner la mezcla al baño maría.... y tras 45 minutos de movimiento....

Tachánnnnnnn, el color azul es por el azulete (nos pasamos añadiendolo).
Aquí tenemos uno de los 16 porciones de jabón que fabricamos. Huele genial y para la ropa no tiene precio.

¡¡¡NO DEBEMOS OLVIDAR QUE UN LITRO DE ACEITE PUEDE CONTAMINAR 50000 LITROS DE AGUA!!!

P.D: Me ha sobrado sosa, quien la quiera usar para hacer en casa y educar a familiares y/o amigos, en clase está!!



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